Cuenta la leyenda, que hace muchos años una de las lagunas aledaña a Carhuaz , estaba a punto de desbordarse y cuando los pobladores se dieron cuenta del peligro, bajaron a Carhuaz y cargaron en hombros a Mamá Meche.
¡Solo ella podía ayudar!
La fe era tanto de los pobladores que no sintieron el peso de la imagen y llegaron muy rápido a la laguna. Le hicieron tocar el agua a la Virgen y las aguas se calmaron.
¡Estamos a salvo! -gritaron-. ¡Mamá Meche eres milagrosa!
Minutos después de la algarabía, se dieron cuanta que uno de su anillos se había caído en la laguna. Pero, no podían hacer nada, y no comentaron a los demás para que no los regañaran.
Volvieron a Carhuaz y contaron el milagro a todo el pueblo y se acrecentó más la fe en Mamá Meche. Cada setiembre se seguía celebrando su fiesta. Pero, los mayordomos solo podían ser «de apellido» «del pueblo» «la crema y nata» de Carhuaz.
Es así que un día, la Virgen aparece en sueños del párroco y le dice claramente: si no dejan que todo mi pueblo pase mi fiesta, sacaré mi anillo de la laguna y todo Carhuaz desaparecerá. A la mañana siguiente el Párroco juntó a todo el pueblo y contó su sueño, desde entonces quedó instaurado que todos podían pasar la fiesta de Mamá Meche sin distinción alguna.
* Leyenda que mi mamita, Julia Torres, me contaba cuando era niña.